D. Miguel Silvestre, del equipo sacerdotal de nuestra parroquia de San Bartolomé y San Esteban, nos narra su vivencia en la India, tras finalizar la misión apostólica allí realizada.

Al final de artículo puedes encontrar el reportaje gráfico de estos días.

Misión India 2017

Tras dos semanas de misiones en la India, vuelvo a la labor apostólica parroquial en San Bartolomé si cabe con más ilusión, alegría y celo pastoral. No puedo dejar de compartir con vosotros, en unas líneas, la maravillosa experiencia que he vivido junto con los demás miembros de la misión en la increíble tierra India.

El viaje apostólico esta vez constó de dos grandes partes: la primera semana en la diócesis de Jalandhar, en el estado de Punjab, al norte de la India. Y la segunda en el centro espiritual de Nagra, en la diócesis de Ahmedabad, al oeste de este enorme país.

En la diócesis de Jalandhar

Como siempre, fuimos acogidos extraordinariamente bien en la diócesis de Monseñor Franco Mullakkal, que es obispo adherido de La Obra de la Iglesia. Nos invitó a tener una convivencia con un grupo de chicos y a pasar unos días con los cuatro seminaristas que se están formando en el Seminario Menor de Jalandhar, y que entrarán a formar parte de La Obra de la Iglesia. A lo largo de la semana tuvimos tiempo de charlar largo y tendido con ellos, sobre la misión de La Obra de la Iglesia, de la Madre Trinidad, de la vida consagrada, la importancia de la oración y las demás virtudes, etc. Así, pudimos conocerlos más personalmente, para ayudarlos en este camino que están empezando.

Tras la convivencia de día y medio que tuvimos con ellos y tres chicos más, conocidos ya con anterioridad en otros viajes apostólicos, recibimos la visita de Monseñor Iván Pereira, miembro adherido de La Obra de la Iglesia y obispo de Jammu y Srinagar, en el extremo norte de la India.

Fueron momentos especialmente entrañables los vividos con él. Vimos un vídeo de la Madre Trinidad, que le animó y le hizo recordar su encuentro con personal con ella en Roma. Además, pudo dirigir unas palabras de testimonio y de ánimo a nuestros cuatro seminaristas.

La visita a dos de las familias de los chicos nos ayudó a acercarnos y a entender más la realidad en la que viven y darnos cuenta de la pobreza real en la que se encuentran muchos católicos en la India. Sin embargo, lo que más me sorprendió fue ver su profunda fe y confianza total en Dios, sabiendo que sus vidas están en las manos de Señor.

Por último, tuvimos la oportunidad de dar una charla sobre el Plan de Dios, el sacerdocio y la oración a los 98 seminaristas menores de la diócesis, y quedaron tan contentos que luego nos pusimos a cantar todos en español.

Las consagradas tuvieron en la diócesis una serie de encuentros con religiosas y una convivencia con un grupo de chicas, además de las visitas a sus familias, sobre todo de tres jóvenes que se están preparando para venir a probar su vocación a la consagración en La Obra de la Iglesia.

En la diócesis de Ahmedabad

La segunda semana nos trasladamos en avión hasta Ahmedabad, donde nos esperaba el padre Vikram Mahida, sacerdote aspirante a adherido de La Obra de la Iglesia, que por segundo año consecutivo organiza personalmente un Campamento Vocacional con un grupo de chicos por un lado y de chicas por otro.

Antes de empezar la convivencia tuvimos un día de retiro y oración con Monseñor Lourdes Daniel, obispo de la diócesis de Nashik, adherido de La Obra de la Iglesia, que viajó durante diez horas desde su diócesis sólo para vernos y pasar el día con nosotros.

La participación de los chicos durante la convivencia fue estupenda, alegre, atenta, en un ambiente de oración y de espíritu vocacional, compaginado con momentos de juegos y expansión. Y además, con el regalo de recibir la visita de su obispo, Monseñor Thomas Macwan, arzobispo de Gandhinagar y administrador apostólico de Ahmedabad, adherido también de La Obra de la Iglesia.

Pudo darles a todos una charla vibrante y encendida sobre la vocación y celebrar al día siguiente con ellos la Santa Misa. También el padre Vikram animó a los chicos con su testimonio personal y su experiencia en La Obra de la Iglesia. De entre los 21 chicos, 5 de ellos se han planteado más seriamente el deseo de empezar el camino hacia la consagración o el sacerdocio. De entre las 19 chicas, creo que son al menos 6 las que también han manifestado sentir esa especial llamada del Señor.

Los últimos días de la misión fueron realmente enriquecedores: visitamos todas las familias de los chicos que asistieron al campamento, para animar y confortar a las familias en las situaciones en las que viven. Entramos en contacto con la cruda realidad de la pobreza, material y cultural, de muchas de ellas.

Terminamos la Misión en ambiente festivo y familiar, visitando la familia del padre Vikram y participando con Monseñor Macwan en la celebración solemne de la Fiesta Parroquial de Nuestra Señora de Vallankany, en un pueblecito llamado Aamod, con procesión por las calles del pueblo, dando nuestro testimonio cristiano en medio de una mayoría hindú, que nos miraba en silencio.

Doy gracias de corazón a Dios y la Virgen Santísima por su mano protectora y su acción clara en esta misión apostólica, que ha tocado el corazón de tantos jóvenes. Y pido vuestras oraciones para que Dios nos dé los frutos que Él quiera en su santa voluntad, y que estos chicos y chicas perseveren en la llamada del Señor, en esa llama que ahora tienen que cuidar y proteger para que crezca y llegue a ser un gran fuego de amor que ilumine el mundo con la Luz de Cristo.

Miguel Silvestre Bengoa

Reportaje Fotográfico

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