Real, Ilustre Hermandad del Santísimo Sacramento, Nuestra Señora María Santísima de la Alegría, Ánimas Benditas y Beato Manuel González
Parroquia de San Bartolomé
Sus primeras reglas fueron aprobadas en 1672 y poco después la imagen pasó a ocupar otra capilla más espaciosa dentro de su templo, por la gran cantidad de fieles que asistían a sus cultos. En la noche del sábado 17 de junio de 1690 la Hermandad celebró por las calles el primer rosario público cantado de que hay noticia, multiplicándose rápidamente esta costumbre entre las demás corporaciones. Tras breve decadencia, a causa de las agitaciones de comienzos del siglo XIX, un insigne devoto, don Joaquín Felipe Llorente y Teruel, supo darle a la Hermandad su sello distintivo, al redactar en 1828 otras nuevas constituciones. En 1972 celebró el tercer centenario de su fundación, uniéndose después a la Sacramental de su parroquia. El 6 de junio de 2000 la Hermandad regresó a su sede, después de unas obras que habían durado cerca de diez años. Fuera de estas ausencias ocasionales, jamás se ha movido de su feligresía, donde se la considera tradicionalmente como su Patrona. Por todo ello es una de las más caracterizadas y entrañables Hermandades de Gloria de Sevilla, pudiendo ponerse como ejemplo en todos los sentidos.
Referencia artística.- La radiante y beatífica imagen es anónima, quizá de la escuela de Roque Balduque (s. XVI), transformada después en figura de candelero o de vestir. Antiguamente el vulgo la creía venida de Oriente. Se engalana con manto rojo de estilo neorrenacentista (1926), soberbia saya decimonónica y valiosos atributos antiguos de orfebrería, de gran solera artística, entre los cuales destaca la elegante corona. La ráfaga, cetro y media luna no desmerecen junto a ella.
El paso resulta tan clásico como la propia imagen. Lleva peana neoclásica, airoso juego escalonado de candelabros (hacia 1930), respiraderos bordados por Carrasquilla y moldurón del orfebre Armenta (ambos de 1956). Es muy notable el histórico Simpecado, entre típicos faroles de cristal. También debemos recordar el antiguo altar repujado para la novena, ahora adaptado para el culto diario. Dentro del patrimonio de la Sacramental se cuentan numerosas piezas, de suprema categoría suntuaria y artística. Pertenece también a este patrimonio la magnífica talla del Santísimo Cristo de las Animas, un Crucificado de tamaño natural.
Datos curiosos.- Fijémosnos en los singulares picos o «amortiguadores» con que culminan los recogidos brazos de los candelabros del paso y que tienen como misión (además de su belleza estética) evitar que las guardabrisas de cristal rocen contra las paredes en las más estrechas callejas. De ahí viene también el diseño entrelargo y alto de las andas. Se puede realmente decir que el urbanismo ha condicionado la forma de éstas, en perfecta e íntima simbiosis entre la Hermandad y su barrio. Por otra parte, los «mecheros» o apliques de luces fijos a la peana, son ya los únicos de Sevilla que continúan en su verdadero sitio.
Momentos destacados.- Si Vidrio y Céspedes están incluidos en el itinerario, no hay ni que dudarlo, pues allí, en sus angostos recodos, es donde se experimentan las más inefables sensaciones que nos pueden deparar las «Glorias Sevillanas». Inexcusable de ver, de asistir, de paladear y de admirar. También la difícil salida, entre los naranjos que enmarcan su parroquia.
Tomado de la web oficial del Consejo General de Hermandades y Cofradías de la ciudad de Sevilla.
Dirección Web: http://www.hermandaddelaalegria.org/