“El 13 de mayo la Virgen María bajo de los cielos a Cova de Iria”;

así empieza esa canción que todos conocemos y que ayer lunes, 13 de Mayo, cantamos con fuerza y cariño al acercarnos a besar a la Virgen de Fátima una muy nutrida representación de nuestra Familia Parroquial.

Sí, fue después de la Misa de la tarde cuando todos unidos, como una gran familia, fuimos poniendo a los pies de Nuestra Señora de Fátima, en cada Ave María, nuestro amor y cariño de hijos pequeños confiados en que nuestra Madre presente todas nuestras peticiones y necesidades a su Hijo Jesús.

Comenzaron los niños, como no podía ser de otra manera, llevaron adelante el primer misterio, les siguieron las jóvenes y después los adultos, rezando despacito sin prisas, como no queriendo que se acabaran las 10 Ave Marías ¡necesitamos tanto su ayuda! 

En el cuarto misterio pedimos por las vocaciones a la consagración y al sacerdocio, fue precisamente un grupo de consagrados los que lo llevaron.

Al comenzar cada Gozoso Misterio  los cantamos por sevillanas, con mucha alegría y arte, llevados de la mano del nutrido coro, que con antelación había preparado el cante.

El último misterio, “María encuentra a Jesús en el Templo”, fue llevado por una joven familia con su niño chico en el carrito ¡Cuánta  ayuda y  amparo de nuestra Virgen necesitan hoy las familias! Después de proclamar las letanías pasamos uno por uno a besar a nuestra Virgen y para terminar cantamos la Salve Rociera de la Hermandad de Dos Hermanas,  me acordé de las palabras de la Virgen:

“Nunca te dejaré. Mi Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino que te conducirá a Dios.» (13 de junio de 1917)

Fernando G. P.

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