Queridos niños:
¿Verdad que cuando queremos a alguien nos apetece verlo con frecuencia y tenerlo cerca? Por eso te gusta tener cerca a tus papás, tus hermanitos, ir a ver a los abuelos, jugar con los amigos…
Jesús te quiere mucho y se pone muy contento cada vez que vas a verle. Por eso hay ya muchos niños que se han comprometido a ir a verle quince minutos una vez a la semana: son los niños adoradores.
En ese ratito, tú le cuentas tus cosas a Jesús, y Él te irá contando todas las suyas: sus alegrías y tristezas… Jesús está vivo en el centro de la custodia, en la Sagrada Hostia, y desde allí te mira y te ama.
En la mesita que hay a la entrada de la capilla del Santísimo, encontrarás un libro para los niños. Cuando vayas a estar un ratito con Jesús, puedes apuntar: el día, el cuarto de hora que has estado y tu nombre.
¡Anímate!, y verás la alegría que el Señor da a los que se acercan a Él.
Jesús nos dice
«Jesús les dijo: “Dejad que los niños vengan a mí y no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos”».
Mateo 19, 14